Gerardo Estrada: La educación de calidad, vale la pena.
Fotografía: Rafael Galindo
Asesoría de imagen: Fernanda Barboza
Gerardo Estrada es el hijo mayor de la familia Estrada García, sus padres, el profesor Héctor Estrada, la Profesora Margarita García y sus hermanas, la C.D Viridiana Estrada y la C.P. Claudia Estrada son sus integrantes.
Gerardo es un joven profesor que ha destacado en el ámbito de la educación, egresó de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Durango, donde incluso fue presidente de la sociedad de alumnos.
Sus inicios profesionales tuvieron lugar en la sierra de Durango a 8 horas de la capital, ha sido profesor en el Sistema CADI, el CAM, CREE y en la USAER 45J en Santiago Papasquiaro, donde desarrolló varias actividades educativas interesantes.
En Mayo de 2014, uno de sus proyectos titulado “Escuela Digital”, orientado a aumentar el interés de los estudiantes por la lectura y escritura, participó a nivel federal obteniendo un importante apoyo para aplicarlo en Durango.
En julio del mismo año, Gerardo Estrada fue admitido para cursar la Maestría en Investigación en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, única institución del país en lista mundial de centros de investigación.
Actualmente realiza un trabajo con estudiantes sordos en el área de matemáticas, presentando sus avances en diversos escenarios nacionales como la Escuela Normal de Especialización (Distrito Federal) e internacionales como la RELME 29 en la ciudad de Panamá, entre otros.
¿Fue difícil trabajar en la Sierra?
Siempre es difícil desprenderse de amigos y personas queridas, nos enfrentamos a una vida sin comodidades, sólo con lo básico, en climas extremos y en condiciones adversas, es algo por lo que muchos profesores pasamos, que nos ayuda a forjarnos, nos pone frente a una realidad que en las ciudades no siempre puede verse, tengo muy bonitos recuerdos de esos días, de los estudiantes, de varios de mis compañeros y de la comunidad en general.
¿Qué experiencia te dejó trabajar en el Sistema CADI y en el CAM CREE?
Mi paso por el CAM CREE fue fugaz, pero en poco tiempo pude conocer gente maravillosa entre alumnos, padres y personal, la labor educativa que realizan es excepcional y estar con ellos me permitió tener más seguridad y confianza en mi desempeño profesional. En este centro que dirige muy bien la maestra Isabel Gutiérrez, cada día hay un reto interesante, creo que quien puede ser un buen maestro de CAM, puede ser un buen maestro donde sea.
En el CADI aprendí muchas cosas, especialmente por parte de la maestra Clarita Luna, directora de la primaria “Carl Rogers”, gracias a ella, a la maestra Mary Páez (Directora General del sistema) y a muchos de los compañeros, reafirmé que vale la pena luchar por una educación de calidad y que es posible un verdadero cambio educativo.
En mi opinión, el sistema CADI, aunque perfectible, es el mejor modelo educativo público en Durango.
¿Cuál consideras que ha sido tu mejor experiencia como profesor?
En todas mis experiencias como profesor he podido aprender mucho y creo que también he aportado algo, es difícil etiquetar alguna de ellas como la mejor, sin embargo, puedo decir que atesoro los recuerdos de mi trabajo en Santiago Papasquiaro, en primer lugar por mis estudiantes, todos muy especiales, dispuestos y motivados. Al igual que la mayoría de mis compañeras de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular 45J y de la Escuela Secundaria Técnica 32, en ambos casos recibí mucho apoyo de mis directivos para realizar múltiples proyectos, descubrí que la gente de Santiago es maravillosa y reafirmé en ese tiempo mi vocación docente.
¿Qué haces actualmente en la Ciudad de México?
Actualmente realizo una investigación en el CIVESTAV de IPN con estudiantes sordos, la cual es dirigida por el destacado Mtro. Ignacio Garnica y con el respaldado de un talentoso equipo interdisciplinario de compañeras muy comprometidas con la investigación y con la comunidad de chicos sordos.
¿Qué te ha dejado hasta ahora la experiencia de la investigación?
Entrar al terreno de la investigación educativa ha sido un reto pues es una actividad muy distinta a la docencia, me ha permitido conocer de cerca este ámbito así como interactuar con la comunidad sorda que es muy interesante, requiere de mucho trabajo. Me ha permitido conocer y trabajar con personas muy destacadas en el ámbito de la investigación como el Mtro. Garnica o el Dr. Eugenio Filloy, ambos son una autoridad en la Matemática Educativa del país, es un lujo tenerlos como profesores.
¿Cuál es tu mayor fortaleza?
Mi familia es mi mayor fortaleza, y la bendición más grande que Dios me dio.
¿Cuál es tu aspiración más grande?
Diseñar y construir en Durango una escuela pública que sea considerada la mejor del mundo.
¿Crees que se pueda lograr algo así?
Estoy seguro de que se puede, tendremos que cambiar muchas cosas que hasta ahora no lo permiten, pero definitivamente sí se puede y que seguramente lo vamos a lograr.
Gerardo, con tantas actividades académicas, ¿es posible tener una vida familiar, sentimental, socialmente activa, etc?
Sí, siempre y cuando te rodees de las personas correctas, que te entiendan, te apoyen y te impulsen, es posible. Yo me siento muy tranquilo, muy feliz, motivado, estoy completo, me siento pleno, lleno de amor, con mucha energía y con mucho por hacer.