Doctor Gustavo Linden Bracho

¿Quién es el Dr. Linden?

Nací en Durango, mis padres Hermann Linden Standau y Elisa Bracho Mier, soy el cuarto de cinco hermanos, crecí en una familia donde los valores morales, el respeto y la disciplina eran importantes, había motivación constante en el estudio y la superación. Todos los días, algo se aprendía en la convivencia familiar.

Cursé mis estudios como Médico General en la Facultad de Medicina de la UJED, después me trasladé a México DF para hacer los cuatro años de especialidad en cirugía general.

Con Olga Patricia Pérez Gavilán, mi esposa, formé una familia, tenemos cuatro hijos; Hermann, Gustavo, Olga y Patricia. Que han llenado nuestra vida de experiencias maravillosas.

Soy un hombre enamorado de la vida, me extasía la naturaleza, el cielo, cada día me sorprende porque es diferente, me gusta sentir el paso de las horas, ver como el día se transforma en la noche y disfrutar de los diferentes sonidos con el cambio del tiempo, cada estación del año es increíble, cómo me acompaña mi sombra cuando camino y cambia de dimensiones con la situación del sol.

Soy un soñador, pero estoy con los pies firmes en la tierra y consiente de mi realidad.

Mi actividad principal y pasión que no se agota, es la medicina, en particular la cirugía general.

Soy un hombre comprometido con lo que hago, trato de hacerlo lo mejor que puedo, me siento libre de pensamiento y acción, creo que así soy.

¿Por qué estudiar medicina?

La inquietud de la medicina en mi vida fue circunstancial, a la mitad de la preparatoria, de vacaciones en la mina con mi padre, ocurrió un accidente, la empresa tenía un pequeño hospital con 7 camas, un quirófano pequeño y rayos X, con el fin de brindar atención en casos como el que sucedió, el médico de la mina me invito a ayudar a atender a los heridos, quemados, fracturados, lesionados por la inhalación de humo etc. y me impacto la labor del médico, era incansable; corregir una fractura, sacar un proyectil de bala o atender un parto. Platicamos mucho, mi padre, me presto algunos libros y de ahí que me interesé en serio, estudié medicina, aún lo hago, porque esto no se acaba.

¿Cómo inició en el mundo de las cirugías?

Al inicio de la carrera, el primer año se estudia anatomía y disecciones, fue muy interesante conocer el cuerpo humano de esa manera. El profesor de disecciones era cirujano en el Hospital General y al ver mi interés en las disecciones me preguntó si me interesaba cirugía y me invito al Hospital General de Salubridad, desde esa invitación no deje de asistir casi diario a los quirófanos y al hospital, cada vez que veía una intervención, más quería ser cirujano, cuando tenía la oportunidad de instrumentar o ayudar en algún procedimiento era como si fuera una fiesta, cuando hice mi primer intervención, no me la creía, en México la especialidad fue un verdadero gozo de principio a fin.

¿Es difícil ser padre y médico cirujano?

Si, la cirugía es muy demandante de tiempo y de horario, sobre todo las emergencias pueden presentarse en momentos familiares, cumpleaños, navidades o fin de año, te ausentas de reuniones, graduaciones, sin embargo tu familia toma conciencia de tu actividad y te entienden en buen termino.

Se puede tener un equilibrio y dedicar tiempo de calidad a la relación con los hijos, yo los llevaba a clases en la Facultad de Medicina, a pasear, de visita para convivir el mayor tiempo con ellos, que vieran por que me ausentaba de la casa, somos muy buenos amigos.

¿Mayor satisfacción laboral?

Contribuir a recuperar la salud de los enfermos con tu actuar, reintegrar a los pacientes a su casa sanos, compartir con otros cirujanos experiencias y conocimientos.

No cifrar tu actuar en espera de gratitud, cuando algo sale mal, aún sin ser responsabilidad del médico, eres juzgado con mucha dureza.

Perder la noción del tiempo como doctor es muy común pero, ¿Qué tal como papá y doctor a la vez?

Pues no creo, a esta altura del partido, valoro mucho el tiempo, cuando eres residente no sabes que día es, ni que hora, si vas o vienes, por el volumen de trabajo, y tal vez durante los primeros años de ejercer sigues hiperactivo, pero pronto aterrizas y distribuyes el tiempo de forma ordenada, además eres papá donde quiera que estés a la hora que sea, la paternidad te transforma, no importa tu actividad.

¿Qué enseñanza le a dejado su trayectoria como doctor?

A valorar la vida, a vivirla intensamente, el escenario de existir o conservar la salud puede cambiar en un instante, lo vemos a diario, cambia tu manera de ser, aprecias todo lo que haces, porque estas conciente de tu fragilidad como ser vivo.

Y aprendes que en medicina y cirugía, aunque suene redundante nunca terminas de aprender, hay que estudiar y actualizarte siempre, la medicina es muy diferente a cuando yo termine y va a seguir cambiando cada momento.

¿Cómo es su Lifestyle?

Inicio el día muy temprano, despierto, hago ejercicio, paso visita a los pacientes, a mis internados, realizo alguna cirugía, voy al consultorio.

Participo en congresos y cursos, para seguir estudiando y proponiendo como mejorar la educación de la cirugía en el país y sobre todo trato de comer sano.

¿Qué hace en sus tiempos libres?

Disfruto mucho de leer un buen libro. La equitación es un deporte que siempre me a gustado y lo practicamos en forma familiar con frecuencia, salir al campo a cultivar algo. Pasar el mayor tiempo posible en contacto con la naturaleza.

Me gusta viajar, conocer personas, hacer nuevos amigos. La música ha sido un parteaguas en mi vida, finalizo los días tocando el violín, tengo varios años en clase con una maestra de música extraordinaria, Rosario Montenegro Cesareti, interpretamos todo tipo de música.

El Doctor Linden en una palabra

RESPONSABILIDAD